En este caso resulto de una modificación de un asador de carne, de parrilla con chimenea típico de las "Quintas" campestres del noreste, que consistió en la instalación de puertas metálicas que cierran la "boca" del horno y el tapado el tiro de la chimenea. Con estas modificaciones se produjo un doble efecto ya que los platillos que aquí se preparan quedan expuestos al calor directo (y humo) de la leña en combustión y a la radiación del calor almacenado en las paredes de ladrillo de barro lo que permite conservar el jugo de los alimentos que aquí se hornean y que adquieran el delicioso toque ahumado.
La leña o carbón se prenden sobre una parrilla de varillas de acero y la ceniza cae a un cenicero por lo que la braza siempre esta expuesta e irradiando su máxima capacidad calorífica. Esto hace a este horno muy eficiente en el uso del calor (y la leña) ya que con poca leña es posible calentarlo lo suficiente para asar carne o preparar cualquier otro platillo.
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